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Beneficios
Instrucciones de uso
Garantías

Superficie hueca
Mandíbula y mentón
Su borde ancho y curvado se adapta perfectamente al mentón, esculpiendo y reafirmando esta zona al tiempo que libera los puntos tensores.

Superficie curvada
Dibujar los pómulos
El lado redondeado es ideal para masajear las mejillas, estimular la circulación sanguínea y ofrecer un efecto tonificante natural.

Superficie redondeada
Cuello y frente
Su borde convexo ayuda a alisar la piel de la frente y las líneas de expresión, sobre todo las del entrecejo.
Hecho a mano para un uso perfecto

La arcilla es una forma de cerámica que combina delicadeza y funcionalidad, conocida por su acabado vidriado que le confiere brillo, color e impermeabilidad. Crear una pieza en arcilla es un proceso artesanal que requiere técnica, paciencia y ojo para los detalles.
Todo comienza con la arcilla blanca, un material maleable que se transforma en las manos del artesano. Antes de convertirse en una pieza finalizada, pasa por varias etapas:
El Moldeado: El Toque de las Manos
La arcilla se moldea cuidadosamente a mano para dar forma a la pieza deseada. Cada detalle se trabaja con precisión para crear una obra única.
El Secado: Un Proceso Largo pero Esencial
La pieza recién moldeada necesita tiempo para secarse completamente. Esta etapa, aunque prolongada, es esencial para evitar grietas y fisuras que podrían comprometer la pieza durante la cocción.
Primera Cocción: La Bizcocho
A unos 1000°C, la arcilla se convierte en bizcocho. Ya no es solo arcilla seca, sino una cerámica porosa y resistente, lista para recibir el esmalte.
El Esmaltado: El Toque Final.
La pieza se sumerge en un baño de esmalte líquido o se pinta con pinceladas precisas. Una vez cocido, este esmalte formará una capa vítrea que protege y da brillo a la pieza, haciéndola impermeable y antibacteriana.
Segunda Cocción: El Momento de la Verdad
De vuelta al horno, esta vez a una temperatura entre 1000°C y 1100°C, el esmalte se funde, creando una superficie lisa y brillante. El brillo se intensifica y la pieza alcanza su identidad final.
El Resultado: ¡Una Pieza Única!
Después de enfriarse, la pieza de arcilla está lista para ser utilizada.